Otoplastia
La intervención que se realiza con más frecuencia en las orejas (otoplastia) es la que corrige las «orejas de soplillo». Esta cirugía se realiza para reposicionar las orejas prominentes a una posición más normal, más pegadas a la cabeza, o para reducir el tamaño de las orejas grandes. Es una intervención solicitada frecuentemente por adolescentes e incluso niños, por los problemas psicológicos y sociales que esta deformidad conlleva; aunque tampoco resulta infrecuente su realización en adultos.
Es importante observar el comportamiento del niño en relación a sus orejas prominentes; no se debe insistir en la cirugía hasta que el niño así lo desee. Aquellos niños que se encuentran a disgusto con sus orejas y quieren operarse, están más predispuestos y cooperan más durante la intervención y el postoperatorio.
La incisión queda oculta detrás del pabellón auricular y a partir de esta incisión se remodela el cartílago de la oreja, haciendo que se pliegue en los sitios adecuados y extirpando además una elipse de piel. La mayoría de los pacientes pueden volver al colegio o al trabajo a los 5 días de la cirugía o antes inclusive, siempre y cuando tengan cuidado con las actividades físicas.